Navidad: el reto

No podía dejar de escribir sobre esto. Todos los años, uno tras otro, se acerca esta época y pienso en la Navidad, toda bonita. Las casas se llenan de adornos, se arma el arbolito, el espíritu navideño se puede palpar en el aire. La gente está feliz, más amable, no sé... es cómo si el funcionamiento normal del mundo se detuviera un poco con este acontecimiento.

Todo parece maravilloso, pero no, y hablo en serio. 

De inmediato anuncio que si alguien tiene algún secreto, dato o tips es ampliamente recibido y será muuuuy agradecido, 

Todo parece hermoso hasta que surge un tema en la mente, algo que inquieta y al menos aquí, todos dejan para último minuto porque nadie sabe que hacer con ello: la compra de los regalos.

(chan chan, y leáse con tono alarmante por favor)

Lo explicaré de a poco, para que se entienda mejor.

(Sé que amaron mi árbol, estuve como 3 horas haciéndolo en PS)

1. Te das cuenta de que quedan pocos días y empiezas a contar los minutos hasta salir del cole o universidad

2. Sales de vacaciones, todo relajo, pero cuando ves la televisión o vas al supermercado te encuentras lleno de objetos rojos, verdes y doradas, árboles, Santa Claus y más. Sabes que se acerca.

3. Quedan pocos días. Te das cuenta de que ni siquiera has armado el árbol.

4. Caes en shock. El árbol ya está armado, pero queda menos de una semana y no tienes todos los regalos (o en mi caso, ninguno, pero es lo mismo)

5. No sabes que hacer. Le preguntas a todo el mundo. Quizá si tienes suerte, alguien te diga concretamente lo que quiere de regalo, pero lo más probable es que no así que no guardes esperanzas. Vas a ver que puedes encontrar en las tiendas. 

6. No encontraste nada en las tiendas. Comienzas a pensar que una tarjeta de navidad o un vale por un regalo pueden ser buenas ideas. 

7. Vuelves desesperado a las tiendas. Queda un día.

8. Escoges lo que crees que mejor va, pero sin estar seguro. Quizá si lo escondes entre otros regalos y no le pones tu nombre, no sabrán de quién es.

9. Llevas los regalos. Estás sudando y nervioso, pero lo escondes.

10. Algo ocurre. Quizá le pusieron el nombre, quizá el papel es muy distinto o puede ser que hayas sido el último en llegar, como sea,  no tienes como ocultar que es tu regalo. (Demonios)

11. Abren el regalo. No estás seguro de si le gustó o no, pero de todas formas pones tu mejor sonrisa, tratando de que este momento pase ya. 

12. Lo reflexionas y te aseguras a ti mismo que el próximo año elegirás con tiempo, Ojala sea cierto. 

Y pues, bueno, la historia de la vida. Trataré de recordar empezar a buscar los regalos.