Sí, se que esto no tiene ninguna relación ni sentido, pero simplemente necesitaba relatarlo.
Para los que no sepan: tengo hermanos, así como varios hermanos, pero hoy sólo les hablaré de uno, el menor.
Tiene tres años y siempre he pensado que es más adorable que el resto cuando tenían su misma edad -porque es cierto, el resto son unos tiranos, pero los quiero- pero ayer tuve una revelación, de esas grandes que te impresionan.
Déjenme contextualizar. Gossip Girl es una de mis series favoritísimas ¿eso existe? y obviamente mis personajes favoritos son Blair y Chuck (digo ¿quién podría no amar a Chuck?). Y aunque tengo pensamientos malvados y conductas psicópatas tal y como Blair, nunca ha pasado más allá de eso, pues me impuse un desafío para ser una buena persona. Sí, evitar pensamientos, palabras o actos intencionadamente malvados hacia la gente (¿lo han intentado? no es nada sencillo). Así que esto era una de las cosas que menos me esperaba.
Todo comenzó así. Estábamos en un cumpleaños familiar y mi hermano armaba unos puzzles gigantes con números, en cualquier orden obvio, no es cómo que se preocupara de que quedaran numerados, o sea, es hombre y tiene tres años. Pero bueno, siguiendo con el asunto, entonces llegaron dos primas porque ellas querían jugar, y le quitaron las piezas y las armaron a su gusto. Fue entonces cuando empezó a distorsionarse la situación. Mi hermano las miró horrible y se fue a sentar conmigo, justo al lado de donde ellas jugaban. Sí. Y con su mejor cara, de esas que son igualitas a las del gato con botas de Shrek (qué buena película...), pidió que le dieran un vaso con jugo. Pobre niño que se consuela con un vaso ya que no lo dejaron jugar, en menos de un minuto tenía un vaso lleno de jugo de naranja en sus manos (¿mencioné que no le gusta el de naranja?). Y las niñas jugaban y mi hermano miraba su jugo. Entonces, en un minuto, ellas fueron a buscar comida, y el vaso cayó sobre el juego. Oh-Mi-Dios. El desastre: las niñas gritaban y los padres limpiaban.
"-¿Por qué hiciste eso? yo te vi, no me digas que se cayó- y él sólo siguió sonriendo.
-...Hermano, cuéntame
-Es que no tenían que jugar
-¿Por qué no?
-Porque no me dejaron jugar a mí"
Pues claro. Creo que no necesito seguir explicando por qué de inmediato la imagen de Blair vino a mi mente. Y yo que pensé que la maldad no era algo que me venía de familia. Ahora lo sé, está en nuestros genes.
Así que anden con cuidado, que por ahí en el mundo les aseguro que andan más de un/a Blair Waldorf, y si a los tres años hacen esto ¿qué no podrían hacer a los veinte?
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