miércoles, 24 de septiembre de 2014

I Love: Michael Buble



Tal como dice el título, hoy decidí dedicarle toda una entrada a este hombre: Michael Buble. 
Esto es lo que ocurre, hoy llegué a mi casa y sobre mi cama se encontraba el último CD que sacó, nuevo y con cinta de regalos y todo, sólo para mí. Que sensación más hermosa y maravillosa poder pasar toda la tarde, ya no haciendo resúmenes y leyendo textos desagradables, sino que haciendo resúmenes y leyendo textos desagradables con él en el fondo. Y no digan que no es suficientemente bueno, cambió por completo mi tarde. 


Lo malo: es que está felizmente casado y con un hijo

Lo bueno: es que de todas maneras no lo conocería, así que tengo simplemente su música para ser feliz (quizá no es tan bueno... ya ni se)

El punto es que amo sus canciones y recientemente también su personalidad, desde que fui al concierto que dio en mi país (sí, muchos gritos y frases no repetibles estuvieron involucrados) por lo que para los que no lo hayan escuchado aún -pues asumo que todos lo conocen- les voy a dejar un par de temas que me gustan. 


Feeling Good: Esta porque es así como súper sexy-estilo-james-bond
Lost: Esta porque, pues, porque sí
Caught in the act: Y ya, me rindo, este es un concierto completo, pero se entiende el por qué lo amo

Sólo...ámenlo conmigo

sábado, 20 de septiembre de 2014

Mi hermano es Blair Waldorf (What?)

Sí, se que esto no tiene ninguna relación ni sentido, pero simplemente necesitaba relatarlo.
Para los que no sepan: tengo hermanos, así como varios hermanos, pero hoy sólo les hablaré de uno, el menor.
Tiene tres años y siempre he pensado que es más adorable que el resto cuando tenían su misma edad -porque es cierto, el resto son unos tiranos, pero los quiero- pero ayer tuve una revelación, de esas grandes que te impresionan. 

Déjenme contextualizar. Gossip Girl es una de mis series favoritísimas ¿eso existe? y obviamente mis personajes favoritos son Blair y Chuck (digo ¿quién podría no amar a Chuck?). Y aunque tengo pensamientos malvados y conductas psicópatas tal y como Blair, nunca ha pasado más allá de eso, pues me impuse un desafío para ser una buena persona. Sí, evitar pensamientos, palabras o actos intencionadamente malvados hacia la gente (¿lo han intentado? no es nada sencillo). Así que esto era una de las cosas que menos me esperaba.

Todo comenzó así. Estábamos en un cumpleaños familiar y mi hermano armaba unos puzzles gigantes con números, en cualquier orden obvio, no es cómo que se preocupara de que quedaran numerados, o sea, es hombre y tiene tres años. Pero bueno, siguiendo con el asunto, entonces llegaron dos primas porque ellas querían jugar, y le quitaron las piezas y las armaron a su gusto. Fue entonces cuando empezó a distorsionarse la situación. Mi hermano las miró horrible y se fue a sentar conmigo, justo al lado de donde ellas jugaban. Sí. Y con su mejor cara, de esas que son igualitas a las del gato con botas de Shrek (qué buena película...), pidió que le dieran un vaso con jugo. Pobre niño que se consuela con un vaso ya que no lo dejaron jugar, en menos de un minuto tenía un vaso lleno de jugo de naranja en sus manos (¿mencioné que no le gusta el de naranja?). Y las niñas jugaban y mi hermano miraba su jugo. Entonces, en un minuto, ellas fueron a buscar comida, y el vaso cayó sobre el juego. Oh-Mi-Dios. El desastre: las niñas gritaban y los padres limpiaban.


"-¿Por qué hiciste eso? yo te vi, no me digas que se cayó- y él sólo siguió sonriendo. 
-...Hermano, cuéntame
-Es que no tenían que jugar
-¿Por qué no?
-Porque no me dejaron jugar a mí"

Pues claro. Creo que no necesito seguir explicando por qué de inmediato la imagen de Blair vino a mi mente. Y yo que pensé que la maldad no era algo que me venía de familia. Ahora lo sé, está en nuestros genes. 



Así que anden con cuidado, que por ahí en el mundo les aseguro que andan más de un/a Blair Waldorf, y si a los tres años hacen esto ¿qué no podrían hacer a los veinte?



viernes, 5 de septiembre de 2014

If I Stay (Review)

Y cómo prometí, les contaré sobre el libro. Ahora que me siento liberada para poder ir a ver la película en paz, puedo tomarme el tiempo de contarles sobre mis opiniones y sentimientos sobre el libro (porque sí, ustedes saben que los sentimientos surgen).
Así que, no se si todos lo conocen así que les contare un poco. Está esta chica Mia, que sale con su familia un día de nieve y tienen un accidente. Es la única que sobrevive. Puede ver todo, tocar cosas, es casi como estar viva, pero no del todo. Está en una especie de limbo, en el que debe decidir si irse o quedarse en este mundo, y mientras lo decide te cuenta su vida, sucesos importantes, personas importantes (No puse esto en spoiler, porque con sólo ver el trailer de la película lo sabrían).

Y me gustó. Es un libro simple, pero profundo. Honesto y conciso, muestra lo necesario para conocer a los personajes y encariñarte con ellos, pero también te da la posibilidad de dejarlos ir. Muestra una manera distinta de entender la vida, y así mismo de entender la muerte. 
Eso es parte de lo que me gusta de los libros. Que te hacen descubrir cosas que quizá nunca pensaste, nunca imaginaste, pero en cuanto las lees te hacen razón, parecen simplemente probables. Esa es la gracia, hacerte creer, incluso las cosas más extrañas e imposibles. 

(Y ahora sí: SPOILER!)

Mia es un personaje reflexivo y decidido, que está viviendo un proceso de introspección gigante, en un momento que nada de esto debió haber ocurrido. Tiene una gran oportunidad, que viene íntimamente ligada con una gran responsabilidad. Pero decide. Decide porque así era como debía ser, porque si bien hay situaciones en la vida que están fuera de tu control, sí puedes elegir cómo reaccionar a ellas, y esto puede determinar todo el curso de la historia. 
Si bien ella era todavía una adolescente, era muy madura, y cierto, todos querían que se mantuviera, porque tenía una vida por delante, muchos sueños sin cumplir y miles de cosas aún por hacer. Para algunos estaba empezando a vivir, si bien ella sabía que no era así. Y cuando ya vivió lo relevante, cuando supo que este ya no era su lugar, se dejo llevar, dejó de pelear contra ello, que no es lo mismo que no esforzarse. 
Otra cosa que me gusta mucho es la forma en la que muestran todo lo relacionado a la salud (pues, sí, ese es mí ámbito, así que no podía evitar fijarme). No sólo en la terminología y procedimientos. Siempre se ve al profesional inhumano, poco cercano y no interesado verdaderamente en las personas, pero aquí no es así. Bueno un poco los médicos sí, pero hay dos personajes -Willow y Ramírez- enfermeras, que demuestran lo que yo creo que siempre debería ser en el trato persona a persona. La autora les da un papel importante, definitorio. Una hace a Mia consciente de que es ella quien tiene el poder, que sólo ella puede dejarse ir o quedarse. La otra se muestra como una gran persona, casi heroica: Salva personas, toma el control, permite que Adam entre, entre otros. Podrían haber pasado desapercibidas, ser el extra que se mantiene durante toda la historia, pero no.  

Y lo último es el amor. Desde el principio ella habla de Adam, cómo se conocieron, su primera cita, algunos problemas, y sin embargo es evidente que es un amor de película-no-película. Un amor tranquilo, no el típico amor impulsivo y súper apasionado al que estamos acostumbrados, sin ser menos profundo por ello. Es un amor que le permite avanzar en vez de estancarse, y aún así la congela a momentos. La protagonista se estremece con la idea de alejarse de él, tanto en vida como en muerte, y aun así sabe lo que necesita y sabe que estará bien, en el momento en que todo esto ya haya pasado.
Es esto lo que permite que el final no sea el típico, en el que ella despertaría con él tomándole la mano y se besarían para ser felices-por-siempre. Porque no siempre es como queremos. Porque la vida sigue, a pesar de que pareciera que no, a pesar de que todos tus instintos te dicen que es demasiado. Porque ella sintió en algún momento que no podía quedarse, lo sabía y simplemente trató de aplazarlo en un comienzo. Porque duele. Porque no es fácil. Porque no es lo que cualquiera esperaría.

Les recomiendo el libro, no es largo ni complicado de leer, y aun te permite comprender y reflexionar muchas cosas. Quien sabe cómo te puede servir aprender algo como esto, en que momento puedes llegar a utilizar este conocimiento.

Así como es la vida

Ayer fue un día terrible, tan malo, que no pude ni escribir sobre ello.
Fue desde la mañana ¿saben? Como esos días que despiertas de mal humor porque sabes que el día será horrendo.
Pero no es de eso de lo que quiero hablar. Hubo dos cosas específicas a las que me voy a referir. Es como si no hubiera sido al azar, como una loca y extraña conspiración del universo.
Todo partió cuando llegue a casa, prendí la televisión y la primera cosa que veo es la noticia sobre la muerte de Gustavo Cerati. Estaba en todos los canales, ya que aquí es súper conocido y querido. Recuerdo estar en mi auto teniendo unos 5 o 6 años, los fines de semana yendo a la playa, escuchando Soda Stereo todo el camino. Me sé todas las canciones. Como sea, a pesar de que es raro, probablemente es para mejor. Cuatro años es mucho tiempo, supongo que demasiado. Estuve escuchando Cuando pase el temblor en la tarde, ya un poco menos malhumorada que en la mañana. De cualquier forma las cosas no terminaron allí.












Dicen que las cosas ocurren cuando deben ocurrir y probablemente es cierto. Hace un par de meses estaba con mi prima viendo televisión (curioso, con sólo un post he notado lo importante que es la televisión en mi vida) y haciendo zapping encontramos Fashion Police, con la increíble Joan Rivers (Y sí, ésta es la parte en la que me pongo depresiva nuevamente). Nunca había visto el programa, y la verdad es que tampoco conocía a esa señora de tan particular forma de hablar, que podía hacernos reír todo el programa sin parar. Y así lo empezamos a ver cada semana, un buen tiempo de calidad entre dos primas de casi diez años de diferencia (estoy segura de que ella no entendía ni la mitad de los chistes, tiene once y es una niña aún, pero aún así se reía).

Ahora me llama la atención como todo esto ocurrió. Si esa tarde hubiésemos decidido ir a comprar, o no ir a casa de mi abuela, jamás habríamos visto el programa, y por tanto, jamás la habría conocido. Pero no, en el último momento -justo a tiempo- apareció, para enseñarme una lección. Yo creo que se puede aprender de todo en la vida, pero hay veces que simplemente no sabemos o podemos tomar las oportunidades. Es parte de la vida también.
Si bien a veces podía ser dura, siempre encontraba una razón para reír, y hacer reír a la gente, incluso de ella misma. ¿Siempre hay algo bueno, no? Aunque a veces no lo parezca.
En eso pensaba.



miércoles, 3 de septiembre de 2014

I Hate: Sportswear

Sí, es cierto, el deporte no es lo mío, pero este post va mucho más allá de eso. ¿En que universo se concibió como una buena idea el usar chándal? Digo, no es como si la idea de parecer recién salida del gimnasio fuera muy halagadora (gimnasio, sudor, agotamiento, duh), pero seriamente, creo que la ropa deportiva es cero favorecedora. Obviamente hay gente que pueden usarla y aún conservar su decencia, pero les aseguro de que cualquier otra tenida les sienta mejor. 
 (Y no, para los chicos tampoco está permitido ¿ok?, por muy sexy que sea el sujeto, con esos pantalones...no)

Gracias al cielo, la moda no es un total sportswear look lo que sería lo más horrendo de toda la existencia, pero el usarlo con tacones y blazer no hace que no se note el chándal. ¿Cómo sería el dicho? Aunque el chándal se vista de seda, chándal se queda. Sí, es exacto eso. 
Pero déjenme aclarar. No es que yo piense que jamás se debería usar ropa deportiva no es cómo si ir sin ropa al gym estuviera muy cool tampoco, pero creo que debe limitarse a cuando se hace ejercicio, como Chiara y Amanda, o al menos algún día en que quieras relajarte en casa yo no lo usaría ni para eso, que para estar cómoda tengo mi pijama. 


















¿Cuál es la idea? ¿Sentir, o que parezca que haces deporte? No lo creo y si fuera así sería un poco triste, digo, seamos honestos con nosotros mismos, y por más que lo intento no logro entenderlo. Podría comenzar una campaña anti-uso de chándal en la vía pública, pero no estoy segura de que resultara. Así que qué creen, ¿Sí o no al chándal? 

(No JLo, la verdad que este no es tu mejor look)




PD: Toda comentario a favor del sportswear es bien recibida, aunque no se si estaré de acuerdo. Si alguien tuviera una buena razón pro-uso de éste, le agradecería que me lo contara haber si me ayuda a entender este dilema, que ya tengo hace un tiempazo.