domingo, 10 de abril de 2016

Mala de adentro

Pues bien, que me he rebelado.

Porque después de no haber escrito por muchísimos meses, ahora se me ocurre subir dos post seguidos, porque este es mi blog y hago lo que yo quiero. Ja. (Así de ruda me he vuelto)
Eso y que necesito alguna otra razón para seguir procastinando, porque así como querer estudiar, no quiero.

Sólo para contarles algo, estoy en un ramo de Solidaridad. Ja nuevamente. Yo y solidaridad. Quién diría que encontraría esas dos palabras juntas en una oración. Sería casi impresionante si yo no estuviera haciendo lo menos solidario que podría hacer en un curso sobre el tema. En vez de ir y ser buenos y amables con las personas bueno, que yo soy bastante amable a menos que me caigas mal, te aviso, conseguí pasarme toda la hora viendo películas con la gente a la que fuimos a ver, que me gusta a mí y no me digan que les desagrada a ellos, porque saben que no es cierto. Incluso les dejo elegir la película. Siento como me vuelvo mejor persona cada segundo.

Y que nadie diga que no he tratado, porque a pesar de mi muy oscura alma -muy, muy oscura, digan lo que digan-, sigo haciendo cosas que ayudan a otros. Podría ser más contradictorio si... Wait, no podría ser más contradictorio. 

Pronto la gente comenzará a pensar, o peor, a decir que soy buena persona y esas cosas. Duh

Así que me iré y quizá en estos momentos debería ponerme a ver Maleficent o algó así... lo pensaré. Por ahora agradezcan, que pensé ponerles una foto de Maléfica, pero me imaginé que Diaval sería mucho más agradable para la vista.

Marie M.

Amor del bueno



Les tengo una noticia, una gran, increíble, pero supongo que no tan impensada noticia. 

Me he conseguido un gato. Vale, quizá lo encontré por ahí en la calle, pero es casi como si me hubiera esforzado a por ello. 
Llevo tiempo pensando que si quiero tener suficientes gatos para cuando tenga 30, debería empezar ahora, y cuando la vi ahí en la calle, tan solita y preciosa, no pude evitar y llevármela. 


Acepto que quizá si hubiera sido negra habría sido más apropiado, ya saben eso de los malos y los gatos negros, clichés y cosas así. Pero mi gato es gris, porque -aunque no les he contado todavía- me he dedicado este tiempo a ser rebelde, y creo que me va bien. Así que si otra gente puede tener sus gatos negros, el mío será gris. Y preciosa. Y gordita. Y pequeña. 

Tal y como dice el título, he encontrado un amor del bueno, de ese que nadie entiende excepto las mujeres locas que tienen miles de gatos*. Que nadie se atreva a decir que sólo los tienen porque están solas, porque no es así. Quizá esa era la idea en un principio, pero ahora he cambiado de opinión. Cualquiera que vea sus tiernísimos ojitos de gatito podría darse cuenta.

*Les dejo algunas imágenes referenciales a cualquiera que le quede duda de lo que estaba hablando.


PD: No les pondré una foto real de mi gata, ven que es igual de poco fotogénica que yo. Quizá se hereda o algo. 

Marie M.